Piedras Calientes
¿Qué es un masaje con piedras calientes?
Aunque se haya puesto de moda desde hace unos años para acá, el origen de la conocida como terapia geotermal o stone therapy se encuentra en una antigua técnica de masaje oriental inspirada en las disciplinas que, como el reiki, creen que en nuestro cuerpo existen siete centros energéticos llamados ‘chakras‘, a través de los cuales fluye la energía del universo (Rei) y la vital (Ki) de cada persona.
Según estas disciplinas, si padecemos alguna enfermedad o malestar, es debido a que la energía no circula por nuestro organismo de forma correcta, y esto suele estar producido por el bloqueo o mal funcionamiento de alguno de los chakras.
La terapia geotermal permite combinar el masaje terapéutico junto con el uso de las piedras frías y calientes –ubicando éstas en los puntos en los que se encuentran dichos chakras–, consiguiendo así que la energía fluya adecuadamente y, por consiguiente, aliviando nuestro malestar. Sin olvidar que muchas de las piedras empleadas son de origen volcánico con lo que, además de mejorar el flujo de nuestra propia energía, nuestro organismo recibirá energía procedente de la tierra (Rei).
Pero este tipo de terapia no es exclusiva de oriente. También era utilizada por los nativos de Australia y América que, mediante saunas, combinaban el uso de las piedras con el de plantas aromáticas.
Pero antes, sería interesante conversar un poco más acerca de las ventajas que puede tener para el cuerpo humano realizar masajes con piedras calientes de forma habitual.
– La relajación de los músculos
La aplicación de estas piedras de obsidiana en diferentes temperaturas ayuda a que los músculos del cuerpo se relajen y se contraigan de modo que, después de la sesión de masajes, logren así que estos consigan liberar la tensión acumulada.
– ¡Dile adiós al insomnio!
La profunda y suave relajación que producen estos masajes ayuda a solventar los problemas del sueño. Si estás teniendo problemas de insomnio o tienes clientes que lo sufren, entonces te recomiendo ir corriendo al spa más cercano o incluir dentro de los servicios de tu centro (los masajes de piedras calientes se aplican en casi cualquier centro).
– Mejoran la circulación
Además de ayudar a nuestras vías circulatorias a funcionar mejor, este tipo de masajes es perfecto para mantener un balance en el sistema nervioso.
– Beneficios estéticos
Gracias a la eliminación de toxinas, el mejoramiento de las vías circulatorias y el alivio del estrés, inmediatamente después de aplicar un masaje de piedras calientes, la piel comienza a verse mucho más luminosa y revitalizada. Ahora sí, estos pasos te ayudarán a conocer la mejor forma de realizar masajes con piedras calientes, también llamados terapia geotermal…
#1 Prepara el ambiente
Antes de proporcionar un masaje de piedras calientes, debes tener tu espacio en orden, si se trata de un tratamiento a nivel profesional necesitas una camilla apropiada. Por otra parte, si lo que prefieres es hacer masajes a domicilios, basta con una cama o el piso. Sobre la camilla debes colocar una toalla o sábana limpia, así tu cliente se sentirá mucho más cómodo y confiado. Para acondicionar mucho más el ambiente enciende velas de fragancias relajantes como la lavanda, la vainilla o el eucalipto. Otra opción es colocar música relajante.
TIP: Te recomiendo preguntarle a tu cliente cuál es su fragancia favorita, recuerda que el olfato es bien particular.
#2 ¿Tienes listos los materiales?
Por otra parte, también necesitarás un kit de piedras de basalto (y obsidiana), lo normal es contar con 20 o 30 piedras que vayan de, pero algunos profesionales cuentan con 45 o 60, este kit debe contener piedras de distintos tamaños (al menos dos de ellas deben ser de 15 x 20 centímetros y 8 pequeñas del tamaño de una bola de ping-pong). En Material Estética contamos con el espectacular kit de 36 piedras de basalto.
Se trata de un masaje con piedras calientes por lo que las piedras deben estar calientes, es bastante obvio ¿no? Para calentarlas, te recomiendo utilizar una olla de cocción lenta o un sartén de paredes altas. El agua debe estar a una temperatura de 50 grados centígrados (120° F), para esto te recomiendo utilizar un termómetro, aunque los equipos de Material Estética ya vienen con termostato. Después de sacarlas la temperatura se reducirá a 38° o 43° centígrados (100° o 110° F). Luego de secarlas úntalas con aceites para que así se puedan realizar los masajes de forma placentera.
TIP: Todo este proceso es recomendable hacerlo al menos media hora o 60 minutos antes de comenzar el masaje.
#3 Conversa con el cliente
Antes de comenzar el masaje asegúrate de que el cliente se sienta cómodo, pregúntale acerca de la música, las fragancias y lo más importante, la temperatura de las piedras. Lo último que queremos es un cliente quemado. Recuerda que todas las pieles son diferentes, por lo que algunas tienen más resistencia al calor que otras.
TIP: Para evitar quemaduras coloca una sábana sobre el cliente y por encima de ella pon las piedras.
#4 Antes de comenzar el masaje…
Antes de comenzar, coloca una hilera de piedras grandes sobre el lugar donde el cliente apoyará la columna vertebral (también puedes hacer dos hileras de piedras pequeñas que se ubiquen alrededor de la columna), cubre las piedras con otra sábana y pídele al cliente que se acueste sobre ellas con la mirada hacia arriba.
TIP: NO retires las piedras hasta que el cliente deba darse la vuelta.
#5 Es el momento del rostro
Una vez que tu cliente se encuentre completamente a gusto, coloca cuatro piedras sobre las zonas de acupresión de la cara, es decir, por una piedra pequeña en la frente, otra en el mentón (justo debajo de los labios) y dos en cada mejilla.
TIP: Te recomiendo que a estas piedras NO les untes aceites, ya que puede cerrar los poros del cutis.
#6 Coloca el resto de las piedras
Pon una o dos piedras a ambos lados de la clavícula (la cantidad dependerá de la contextura del cliente), dos grandes en el esternón y dos medianas en cada una de las manos. Luego de esto con ayuda de una piedra del tamaño de la palma de tu mano, masajea suavemente el resto del cuerpo.
#7 Es tiempo de girar
Una vez finalizada esta parte, pídele al cliente que se voltee, es un buen momento para retirar las piedras de la camilla y cambiar las sábanas (así mantendrás la pulcritud ante todo). Una vez que el cliente se acueste boca abajo, coloca unas piedras sobre las escápulas, otras en la parte superior de las rótulas y entre los dedos de los pies (envuelve cada pie con una toalla para evitar que se caigan). Posteriormente, masajea nuevamente el resto del cuerpo con ayuda de una piedra del tamaño de tu mano.
TIP: Cambia las piedras de forma frecuente para evitar que estas se enfríen (es por esta razón que los profesionales cuentan con más de 50 piedras de obsidiana).
Los masajes con piedras calientes tienen el mismo efecto que un masaje sueco o uno de tejido profundo, con una gran diferencia, y es que aunque el resultado es el mismo, la terapia geotérmica es mucho más suave y caliente (claro está).
Ahora que conoces la forma correcta de realizar los masajes con piedras calientes y todos sus beneficios para el cuerpo humano, atrévete a probar esta nueva experiencia y ofréceles a tus clientes una alternativa de descanso que llevará a sus cuerpos a límites de relajación aún desconocidos.
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