En marzo de 2020, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la COVID-19 era una pandemia global, muchas escuelas suspendieron la instrucción en el aula y optaron por brindar aprendizaje remoto a los estudiantes.
Al comenzar el nuevo año escolar en el hemisferio norte, algunos estudiantes continuarán asistiendo a la escuela de forma remota, pero en algunas regiones de Estados Unidos, los estudiantes regresan a la instrucción en el aula.
Las pautas de los CDC recomiendan que las escuelas comuniquen, eduquen y refuercen estrategias adecuadas para cada edad a fin de mitigar la propagación de la COVID-19, lo que incluye desinfectar las superficies de contacto frecuente, practicar la higiene de manos, usar mascarillas de tela y practicar el distanciamiento físico.
Planificación proactiva para los brotes
Los CDC también aconsejan a las escuelas elaborar planes proactivos para cuando un estudiante o miembro del personal dé positivo para la COVID-19, y educar a los padres y cuidadores sobre la vigilancia de los niños en busca de síntomas de la COVID-19 en el hogar también es importante. Conozca los peligros de la automedicación contra la COVID-19.
Limpie y desinfecte las superficies
Las escuelas pueden recurrir a las pautas de los CDC para limpiar y desinfectar las aulas y otras áreas que usan los estudiantes, maestros y personal de manera segura. La EPA tiene una lista de productos antimicrobianos para usar contra la COVID-19.
Lávese las manos con frecuencia y use desinfectantes para manos
Los estudiantes, maestros y el personal pueden practicar la higiene de manos lavándolas con frecuencia. Se pueden usar desinfectantes para manos con al menos 60 por ciento de alcohol cuando no haya agua y jabón disponibles.
Aumente la ventilación
Aumentar la ventilación puede ayudar a reducir la concentración de contaminantes del aire en interiores, incluidos los virus. Abrir las ventanas del aula y usar aire acondicionado puede aumentar el flujo de aire. Los espacios para uso en exteriores, que tienen más ventilación de manera natural, pueden usarse para comidas e instrucción cuando sea posible. Los filtros de aire que se usan con otras prácticas modelo para combatir la COVID-19 también pueden ser eficaces.
Use mascarillas
Use mascarillas de tela para limitar la propagación de la COVID-19. Estas mascarillas proporcionan una barrera cuando alguien habla, tose o estornuda, ya que permiten evitar que las gotículas respiratorias se trasladen al aire o a otras personas.
Mantenga las vacunas al día
Los estudiantes deben estar al día con sus inmunizaciones para prevenir enfermedades y hospitalizaciones. Se ha demostrado que las vacunas, como la vacuna contra la influenza, son seguras después de ser probadas cuidadosamente por científicos, médicos y profesionales de la salud.
Practique el distanciamiento físico
Mantenga los escritorios separados como mínimo dos metros y dé a los estudiantes espacio adicional para distanciarse al hacer ejercicio. Es posible que las escuelas deseen limitar o cancelar actividades, como los deportes, cuando el distanciamiento físico no sea factible. Considere convertir los espacios escolares y comunitarios subutilizados para aumentar el espacio en aula.
Otros consejos y consideraciones
Deje las puertas del aula abiertas para reducir la necesidad de tocar los picaportes.
La COVID-19 se contagia fácilmente de un adulto a otro. Considere limitar las reuniones presenciales entre maestros, personal y otros adultos.
Minimice las aglomeraciones haciendo que los maestros se muevan entre las aulas en lugar de los estudiantes y marque los pasillos y las escaleras con flechas unidireccionales.
Asigne asientos en los autobuses y considere limitar el uso del área de juegos a grupos pequeños.
Uso seguro de productos de limpieza
Limpie y desinfecte con frecuencia las superficies de alto contacto, como escritorios, picaportes, pasamanos, grifos y mandos de lavamanos, mesas y sillas.
Sin embargo, considere evitar el uso de limpiadores cuando haya niños presentes porque la exposición a algunos químicos de limpieza puede exacerbar algunas afecciones respiratorias como el asma. Los CDC advierten que cualquier persona que use desinfectantes debe estar debidamente capacitada en su uso y usar el equipo de protección personal adecuado.
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