Como alargar la duración del esmalte permanente
El esmalte de uñas permanente es una gran opción para aquellas mujeres que tienen dificultades para mantener una manicura convencional y que le dure. Pero si bien son una gran opción de manicura, lo cierto es que hay que tomar algunas precauciones con el esmalte permanente.
A diferencia de un esmalte convencional, el esmalte permanente es una solución para que las manos se mantengan impecables aún si te muerdes las uñas o si se te quiebran con demasiada facilidad. Es una clase particular de esmalte que se aplica de manera parecida al convencional, pero en cambio conforma una película muy dura y resistente que se adhiere a la uña y dura unas tres semanas.
Ocurre que estas formulaciones necesitan exponer la mano durante algunos momentos a rayos UV artificiales para un secado óptimo del producto. Esto hace que el color de la piel alrededor de la uña pueda variar, pero además se expone a mayor riesgo de cáncer de piel.
Otro problema es que para retirar el esmalte permanente, es necesario utilizar removedores con acetona, que se aplica al menos durante diez minutos para que surta efecto. Esta acetona además reseca demasiado las uñas naturales e irrita la piel.
En efecto, muchas mujeres ven con el paso del tiempo que sus propias uñas lucen cada vez más débiles, delgadas y opacas, esto es por efecto del producto utilizado para remover el esmalte permanente.
Pintar las uñas con colores oscuros de forma permanente no es mala idea, pues eventualmente podrías estar ocultando algún problema como onicomicosis (hongos en las uñas) o en casos infrecuentes, hasta tumores.
Sin embargo, el uso ocasional del esmalte permanente no trae problemas, la recomendación de los dermatólogos es no utilizarlos permanentemente.
En caso de que la uña resulte muy dañada por el uso constante del esmalte permanente, se sugiere dejarlas crecer naturalmente, repararlas tras los daños causados por estos productos, y no permitir que la manicurista manipule la cutícula, pues se incrementa el riesgo de infección e inflamación y además puede resecar la uña.
Otra pauta es utilizar aceites y cremas que permitan hidratar las uñas frecuentemente, así lucirán más fortalecidas y recuperadas. En caso de encontrar alguna mancha o irritación no habitual, se sugiere consultar al dermatólogo
¿Qué podemos hacer en casa para mantener nuestras uñas sanas?
- Lo primero y lo más importante es: ¡hidratarlas muchísimo! Lo ideal es con aceite de cutícula (si lo tenéis en casa), cremas de manos… o cualquier crema que tengáis a mano. Puedes repetirlo varias veces al día.
- Para evitar que las uñas se abran por capas, es necesario mantenerlas lo más cortas posible. Es, además, apropiado llevar las uñas cortas y sin esmaltado durante la situación sanitaria que estamos viviendo. Después de cortarlas, es recomendable limarlas con movimientos de arriba a abajo
- Si tienes la suerte de tener en casa cualquier fortalecedor de uñas, lo puedes usar todos los días
- Remedios caseros: baños tibios con aceite de oliva. Sumergir las uñas en aceite tibio es una solución ideal casera mientras estemos en cuarentena
- Si notas las uñas más amarillas, puedes blanquearlas con zumo de limón…¡con paciencia y tiempo! Por otro lado, en estos momentos tenemos de sobra…
- Utilizar guantes para todas las tareas domésticas
Son fundamentales también los nutrientes que estemos tomando para recuperar las uñas y fortalecernos por dentro tomando todas las vitaminas y minerales necesarios para nuestro organismo
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